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Imagen de una de las paredes externas del Olimpo. Se observa una ventana tapiada que ocultaba la existencia del centro clandestino.

Historia

El “Olimpo” fue uno de los Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio (CCDTyE) instalados en la Ciudad de Buenos Aires durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983). Funcionó entre el 16 de agosto de 1978 y fines de enero de 1979 emplazado en el interior de un garage ubicado entre las calles Ramón Falcón, Lacarra, Fernández, Rafaela y Olivera, en el barrio de Floresta, que había sido construido a principios del siglo  XX para que funcionara una terminal de tranvías. Luego fue estación de colectivos y en el año 1976 ya se encontraba en manos de la Policía Federal.

Las instalaciones donde funcionaba este CCDTyE fueron construidas especialmente para dicho fin. En el mismo permanecieron detenidas aproximadamente 500 personas, la mayoría de ellas permanecen desaparecidas. Quienes fueron aquí ilegalmente mantenidos en cautiverio eran militantes de organizaciones políticas diversas como Juventud Peronista (JP), Juventud Unirversitaria Peronista (JUP), Juventud Trabajadora Peronista (JTP), Cristianos para la Liberación -todas nucleadas en Montoneros-, Partido Revolucionario de los Trabajadores - Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP), Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), Organización Comunista Poder Obrero (OCPO), Grupo Obrero Revolucionario (GOR), Frente Antiimpierialista por el Socialismo (FAS).

 

Este CCDTyE formó parte del circuito represivo compuesto sucesivamente por “Club Atlético”, “El Banco” y “Olimpo”. Parte de sus instalaciones provenían de la infraestructura del CCDTyE “Club Atlético”, el cual fue desmantelado a fines de 1977 para construir la Autopista 25 de Mayo. Los “Grupos de Tareas” con base en este CCDTyE dependían del Primer Cuerpo de Ejército y estaban integrados también por personal de la Policía Federal y de la Provincia de Buenos Aires, Servicio Penitenciario y Gendarmería. El primer grupo de detenidos-desaparecidos fue traído el 16 de agosto y provenían del CCDTyE “El Banco”.

Foto del Segundo Abrazo al Olimpo para su recuperación. Vecinos con máscaras exigen que se vaya la policía del Olimpo, colgando una bandera donde se pintó la frase FUERA LA POLICIA DEL OLIMPO

Recuperación

La iniciativa de recuperar el sitio donde funcionó el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio “Olimpo” (CCDTyE) surgió de la demanda de un grupo de vecinos y vecinas del lugar con un claro compromiso con la lucha por la memoria, de sobrevivientes de este CCDTyE y organismos de Derechos Humanos. El predio se encontraba en manos de la Policía Federal utilizándolo para distintos fines. Su último uso a manos de esta fuerza fue como Planta Verificadora del Automotor.

Durante los últimos meses de 1983, comenzaron a aparecer en los medios de comunicación noticias haciendo referencia a la existencia del “Olimpo” como Centro Clandestino de Detención. Esto se daba a raíz del inicio de la investigación judicial por la desaparición de Alfredo Giorgi, quien fue visto con vida por última vez en este lugar. Esta es una de las primeras instancias en la que el sitio comenzó a ser “escrachado”. Luego, gracias a los testimonios aportados por sobrevivientes ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) y diferentes organismos de Derechos Humanos nacionales e internacionales y el posterior “Juicio a las Juntas”, el “Olimpo” siguió siendo eje de diversos informes periodísticos.

A partir de los años ‘90 se impulsaron distintos proyectos y actividades territoriales. Se realizaron diversas marchas, escraches y festivales tendientes al desalojo de la Policía Federal del predio. Toda esta participación popular encontró un gran impulso luego de diciembre de 2001, con la creación de múltiples asambleas barriales en la zona.

Producto de estas movilizaciones, en octubre del 2004, se firmó un convenio entre la Presidencia de la Nación y la Jefatura del Gobierno de la Ciudad, que estableció la transferencia del dominio del predio para que funcione “un sitio de recuperación de la memoria histórica de los crímenes cometidos por el terrorismo de Estado y de promoción de los derechos humanos y los valores democráticos”. El 8 de junio de 2005 el traspaso se hizo efectivo. En este marco, el Gobierno de la Ciudad, mediante el decreto nº 305/06, creó el Programa para la Recuperación de la Memoria Histórica sobre el ex CCDTyE “Olimpo” y la Mesa de Trabajo y Consenso (MTyC) compuesta por aquellas organizaciones que pelearon por la recuperación del lugar. 

Una vez recuperado el sitio, las organizaciones participantes de la MTyC consideraron que era necesario referenciar el lugar no sólo con el pasado sino también con el presente, generar un puente entre lo conmemorativo y lo combativo, un espacio que habilite discursos sobre las violaciones a derechos humanos en el pasado y sobre las continuidades y rupturas con ese pasado. Con esa premisa, se empezaron a desarrollar una serie de actividades para la apertura del lugar y la apropiación comunitaria, para la construcción de un espacio de encuentro entre diferentes generaciones y diferentes trayectorias vitales, políticas y de compromisos. A lo largo de estos años nuevas organizaciones barriales y territoriales se sumaron al espacio para construir de manera colectiva este “Sitio de Memoria”.

El 7 de septiembre de 2007, por medio del decreto nº 1.268 se transfirió el Programa a la órbita del Instituto Espacio para la Memoria (IEM).  En mayo de 2014, el ex "Olimpo" y otros sitios de memoria de la Ciudad de Buenos Aires pasaron a la órbita de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

Foto de la Junta Militar durante los juicios de 1984

Los Juicios

En el Juicio a las Juntas y en otros cuatro juicios realizados entre 2006 y 2017 se comprobó la existencia del circuito represivo conocido como Atlético, Banco, Olimpo (ABO) que estuvo activo desde principios de 1977 y hasta los primeros meses de 1979. A partir del año 2009, a lo largo de 3 juicios se condenó a integrantes del Ejército, Gendarmería, Policía Federal, Servicio Penitenciario Federal y a agentes civiles del Batallón de Inteligencia 601 por los delitos cometidos en estos centros clandestinos. Muchos responsables aún no han sido identificados por haber actuado bajo apodos y por haber mantenido a las víctimas con capuchas, vendas o tabiques. Muchas víctimas permanecen desaparecidas y otras tantas fueron asesinadas en los denominados “traslados” que ya fueron probados en el último juicio.

ABO I

El 24 de noviembre de 2009 se inició el primer juicio oral y público por delitos de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos Atlético, Banco y Olimpo (conocido como “circuito ABO”). El juicio comprendió 181 privaciones ilegítimas de la libertad y tormentos ocurridos entre los años 1976 y 1979 en el circuito represivo bajo control del Primer Cuerpo del Ejército, en el que fueron juzgados 17 represores. En diciembre de 2010 fueron condenados a prisión perpetua: Samuel Miara (alias “Cobani”, miembro de la Policía Federal Argentina) Oscar Augusto Isidro Rolón (alias "Soler", miembro de la PFA) Julio Héctor Simóm (alias “Turco Julián, miembro de la Policía Federal Argentina) Raúl González (alias “Mayor Raúl” o “El Negro, miembro de la PFA) Juan Carlos Avena (alias “Centeno”, miembro del Servicio Penitenciario Federal) Eufemio Jorge Uballes (alias “Anteojito Quiroga o “Fhürer”, miembro de la PFA) Eduardo Emilio Kalinec (alias “Dr. K”, miembro de la PFA) Roberto Antonio Rosa (alias “Clavel”, miembro de la PFA) Luis Juan Donocik (alias “Polaco Chico”, miembro de la PFA) Guillermo Víctor Cardozo (alias “Cortés”, miembro de la Gendarmería Nacional) Eugenio Pereyra Apestegui (alias Quintana, miembro de la Gendarmería Nacional) Enrique José Del Pino (alias “Miguel”, capitán del Ejército Argentino - Batallón de Inteligencia 601).  Obtuvieron la condena de 25 años de prisión los represores: Raúl Antonio Guglielminetti (alias “Gustavino” o “Mayor Gustavino”, ex agente civil de inteligencia del Ejército Argentino) Ricardo Taddei (alias “Cura”, miembro de la PFA) Carlos Alberto Roque Tepedino (Jefe del Batallón de Inteligencia 601 del Ejército Argentino) Mario Alberto Gómez Arenas (Segundo jefe de la Central de Reunión del Batallón de Inteligencia 601) El ex policía federal Juan Carlos Falcón fue absuelto.

ABO III

En el año 2016 un nuevo juicio buscó esclarecer las responsabilidades penales de nueve imputados en los secuestros y torturas de 352 personas y en los asesinatos de 19 de ellas. Fueron condenados a prisión perpetua los represores: Juan Miguel Méndez (alias "Nelson, de la Gendarmería Nacional) Juan Carlos Mario Chacra (alias "Paco", miembro de la Policía Federal Argentina). Recibieron 25 años de prisión los represores: Carlos Alberto Lorenzatti (alias "Gato" o "Gato viejo", miembro de la PFA) Gerardo Jorge Arráez (alias "Nito", miembro de la PFA) Héctor Horacio Marc (alias "Ruso", miembro del Servicio Penitenciario Federal) Eduardo Ángel Cruz (alias "Cramer", miembro de la PFA). Alfredo Omar Feito fue condenado a 15 años (unificándose con condenas previas que resultó en un total de 20 años) y fueron absueltos Raimundo Oscar Izzi (miembro de la PFA) y Ricardo Valdivia (alias "Valderrama", miembro de la PFA).

ABO II

En el año 2012 se continuó con un segundo Juicio ABO en el que se acusó al ex policía federal Pedro “Calculín” Godoy y el ex miembro del Ejército Alfredo “Cacho” Feito por los mismos crímenes de lesa humanidad cometidos en ese circuito represivo que se habían juzgado en el primer juicio. El 8 de junio de 2012 el Tribunal Oral Federal n° 2 condenó a Godoy a 25 años y a Feito a 18 años de prisión.

ABO IV

La fiscalía consideró acreditada la responsabilidad de Pituelli en las tareas de seguimiento y control sobre las víctimas Alberto Rubén Gildengers y Elsa Liliana Ortega, después de haber sido liberadas del centro clandestino Atlético, entre el 21 de abril de 1977 y agosto de 1977. La acusación sostuvo que el objetivo del ex miembro de Batallón de Inteligencia 601 fue generar amenazas para coaccionar la libertad de las víctimas. La fiscalía sostuvo que los controles configuraron un estado de amenaza permanente y latente. Por otro lado, la fiscalía consideró probada la responsabilidad de Britos en un operativo ilegal que concluyó con el asesinato del perseguido político Eduardo Edelmiro Ruival y el secuestro coactivo de la militante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) Adriana Claudia Marandet, quien luego fue privada de su libertad el 17 de febrero de 1977 y sigue desaparecida. Originalmente, la calificación legal de la fiscalía había sido la de privación ilegal de la libertad, pero fue modificada a secuestro coactivo. Genocida Ariel Darío Pituelli, ex agente civil de Inteligencia del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército condenado a 4 años (se habían pedido 10) Genocida Miguel Ángel Britos, ex policía federal, condenado a perpetua

ABO V

Comenzó un nuevo tramo cargo del Tribunal Oral Federal N°2 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, integrado por Jorge Gorini, Rodrigo Gimenez Uriburu y Nicolás Toselli. Intervienen el fiscal general Alejandro Alagia y el auxiliar fiscal Agustín Vanella.

JULIO LAREU, sobreviviente

"Este lugar nos ha sido legado como nuestra sede por la muerte y la tortura de los que aquí sufrieron. Pero que esto no nos convierta ni en héroes ni en modelos. Aprovechemos estas circunstancias para establecer fecundas corrientes de comunicación en la tarea de promover el reconocimiento y ejercicio de los derechos elementales. Deberemos investigar, promover, desarrollar, impulsar acciones que tiendan a perfeccionar el conocimiento de los derechos y obligaciones como personas y como ciudadanos, procurando evitar que nuestra acción favorezca introducir entre nosotros competencia entre líneas políticas. Que no nos interese la exaltación del heroísmo individual sino el fortalecimiento del colectivo social; entendiendo por colectivo social el conjunto de conceptos encarnados masivamente que permiten defender lo que beneficia sin exclusiones y rechazar lo que quebranta las posibilidades de todos en beneficio arbitrario de algunos. Para que no ocurran nuevos “Olimpos”, nuestra misión debiera primordialmente consistir en fomentar una vocación solidaria, elemento constitutivo indispensable de toda actitud política. Construyamos una memoria para el futuro potenciando en nuestra medida la libertad y la igualdad. Que lo nuestro sirva para traer a la memoria la actitud de los que desaparecieron reivindicando en toda su dimensión el significado de la militancia en aquellas circunstancias. Perfeccionemos la paradoja ocupándonos, en nuestra medida, de acercarnos a los mismos destinatarios que tuvieron ellos para su acción, desde la proximidad que nos da este lugar que su sacrificio nos procuró.

Estamos convencidos que los contenidos últimos siguen siendo los mismos."

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